Rolando Vázquez Guerrero no imaginó nunca que entre los polluelos
recién nacidos de sus gallinas había uno que llamaría tanto la atención
de familiares y amigos en este poblado holguinero de Buenaventura.
Y no era el tradicional “pollo pelón”, sino una rareza poco vista entre los pobladores de este territorio de arraigo campesino, un pollito con patas de pato.
Florinda Vázquez, hermana de Rolando, con la picardía propia del cubano, exclamó: “Aquí hubo algo raro entre el pato del vecino y la gallina de Rolando”. La idea es solo motivo para reír, porque en realidad en una malformación congénita.
La alegría es mayor porque el pollo tiene muy buena salud y ahora está al cuidado de la niña de 7 años, Lorena Pérez Leyva, con la ayuda de su mamá Mairelis, quienes por estos días reciben la visita de amigos y vecinos para apreciar esta curiosa ave, cuyo aspecto es poco frecuente ver en estos lares. /Por Antonio Guerra.
Y no era el tradicional “pollo pelón”, sino una rareza poco vista entre los pobladores de este territorio de arraigo campesino, un pollito con patas de pato.
Florinda Vázquez, hermana de Rolando, con la picardía propia del cubano, exclamó: “Aquí hubo algo raro entre el pato del vecino y la gallina de Rolando”. La idea es solo motivo para reír, porque en realidad en una malformación congénita.
La alegría es mayor porque el pollo tiene muy buena salud y ahora está al cuidado de la niña de 7 años, Lorena Pérez Leyva, con la ayuda de su mamá Mairelis, quienes por estos días reciben la visita de amigos y vecinos para apreciar esta curiosa ave, cuyo aspecto es poco frecuente ver en estos lares. /Por Antonio Guerra.
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