La yuca
cosechada por el campesino Osvaldo Antonio Aguilera Valdés, más conocido
por “Toñón”, es un hecho que trasciende hoy en la comunidad ru
ral de Las Barías, próxima a Buenaventura, en el municipio holguinero de Calixto García.
El ejemplar de un metro 25 centímetros, que con orgullo exhibe, lo obtuvo de un cangre de la variedad Portoplata, que conoció cuando era un niño y ahora vuelve a cultivar a los 65 años de edad.
El pequeño agricultor de la Cooperativa de Créditos y Servicios “Cristino Naranjo” se ha convertido en un activista natural en el rescate de diferentes clones de yuca que responden a las exigencias productivas actuales, marcadas por las variaciones climáticas.
“La yuca siempre ha sido mi cultivo preferido porque es el único que espera a que el dueño lo necesite; de ella podemos hacer casabe y otros derivados, pero además, es deliciosa cuando acompaña al congrís, y al cerdo asado. Esta la saqué con mucho cuidado y mira, ni se partió, además, estas tienen tremendo sabor”, afirmó Toñón, con su habitual sonrisa, satisfecho por sus resultados como agricultor. /Por Pablo Aleaga.
ral de Las Barías, próxima a Buenaventura, en el municipio holguinero de Calixto García.
El ejemplar de un metro 25 centímetros, que con orgullo exhibe, lo obtuvo de un cangre de la variedad Portoplata, que conoció cuando era un niño y ahora vuelve a cultivar a los 65 años de edad.
El pequeño agricultor de la Cooperativa de Créditos y Servicios “Cristino Naranjo” se ha convertido en un activista natural en el rescate de diferentes clones de yuca que responden a las exigencias productivas actuales, marcadas por las variaciones climáticas.
“La yuca siempre ha sido mi cultivo preferido porque es el único que espera a que el dueño lo necesite; de ella podemos hacer casabe y otros derivados, pero además, es deliciosa cuando acompaña al congrís, y al cerdo asado. Esta la saqué con mucho cuidado y mira, ni se partió, además, estas tienen tremendo sabor”, afirmó Toñón, con su habitual sonrisa, satisfecho por sus resultados como agricultor. /Por Pablo Aleaga.
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