Los días conectada a una máquina de hemodiálisis quedan atrás para la joven de 29 años proveniente del municipio granmense de Bartolomé Masó, quien se siente agradecida de su padre Enrique Álvarez Tejeda.
Ambos evolucionan favorablemente tras realizarles el primer trasplante de riñón a partir de un donante vivo, del año 2019 en el país.
El éxito de la compleja cirugía certifica la profesionalidad y experiencia del equipo multidisciplinario del Hospital Lucía Íñiguez, de la provincia de Holguín, que ha efectuado 27 intervenciones quirúrgicas de este tipo desde el 2013.
El precio de la operación oscila a nivel internacional entre los 30 y 50 mil dólares, sin incluir los gastos de atención y terapias inmunosupresoras. Pero otra es la historia en Cuba, donde se garantizan de manera gratuita todos los recursos para el proceder, que destaca por sus múltiples ventajas con respecto al de donante cadavérico.
“Cuando el órgano se extrae de una persona viva las posibilidades de éxito son mayores pues se puede planificar con mayor tiempo y cuidado la operación, el grado de compatibilidad es óptimo por lo que se reducen las probabilidades de rechazo, existe una mayor supervivencia del receptor y se recupera más rápido la función renal”, afirmó el doctor Roberto Cruz Mayo, Jefe del Servicio en el territorio.
El centro holguinero de trasplantes ha favorecido a más de 700 pacientes de las provincias de Las Tunas, Granma y Holguín. Se distingue entre los nueve de su tipo en el país por el número de injertos que realiza cada año, el alto índice de supervivencia del órgano y la baja tasa de rechazo, similar a la de naciones desarrolladas.
Bien lo sabe Enrique, quien gracias al Sistema de Salud cubano a partir de ahora podrá llevar una vida normal con un solo riñón, al mismo tiempo que ve cómo regresa la esperanza a su hija Yusnelis, que padecía de una insuficiencia renal crónica. / Escrito por Bernardo Cabrera.
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