Otros prefieren profundizar sus conocimientos en el manejo de los programas informáticos. No faltan quienes prefieren llevarse una Mochila a casa, cargada de variadas opciones para recrearse, divertirse, pero también superarse. Y es que no por gusto los Joven Club de Computación y Electrónica reciben el calificativo de “la computadora de la familia cubana”.
Muchas son las opciones que ofrecen estas instalaciones a los usuarios. Para conocer un poco sobre las mismas dialogamos con Juan Carlos Ávila Domínguez, director de Joven Club en el municipio holguinero de Calixto García: “Brindamos varios servicios, dirigidos, fundamentalmente, a llevar el aprendizaje de la informática a la comunidad. Además ofrecemos copia de información. Tenemos una amplia gama de cursos, aunque en la actualidad los más solicitados son los que tienen que ver con los celulares, aplicaciones para estos, su instalación”.
Pero esto no es todo. También ofrecen la posibilidad de utilizar sus computadoras a aquellas personas que las requieran para su trabajo. Entre ellos destacan profesionales que se encuentren en la realización de su tesis de diploma o de maestría.
Dentro de tan variada oferta los instructores que laboran en estas instalaciones insisten en informar a sus usuarios sobre La Mochila, una especie de paquete de la semana, pero con contenidos más educativos. Al respecto nos cuenta Yandi Caballero Cedeño, instructor del Joven Club: “La Mochila trae series, películas, humorísticos, novelas. Tiene dos secciones fundamentales: Me dicen Cuba y Somos el mundo. En la primera aparecen programas de televisión, humorísticos, películas, documentales, entre otros de factura nacional. Esas mismas cosas vienen en la otra sección, pero foráneas. Todos los jueves nos llegan a la institución y ya el viernes la estamos copiando. Algo muy importante, prestamos este servicio completamente gratis”.
A juzgar por la variedad de las propuestas, este tipo de producto sería de los más buscados. Sin embargo, la realidad está un poco distante. ¿Por qué? Sobre este particular, Yandi comentó: “No viene mucha gente. Yo creo que por falta de información. Pero los que vienen lo hacen de forma permanente. Ya son un público habitual y asiduo. Lo que más buscan son las películas, que son bastante actuales. Además están en un formato compatible con la mayoría de los dispositivos de reproducción. Yo le recomendaría al público que se acerque y que luego llegue a conclusiones”.
Además de ofrecer posibilidades para la superación y propiciar la distracción, los Joven Club de Computación y Electrónica se convierten en facilitadores de comunicación, sobre todo a través de redes nacional. Para los que gustan de hacer amigos online, Osvanis Brito Cruz, otro de los instructores, explica: “Pueden acceder a La Tendedera, una plataforma para interactuar a través del chat, al igual que la plataforma Reflejos”.
Ante un contexto en el que se labora cotidianamente para incrementar la informatización de la sociedad, los Joven Club de Computación y Electrónica se convierten en una suerte de ventana que muestra a sus usuarios una parte de ese paisaje. En este sentido, Osvanis dijo: “Los Joven Club desempeñan una función muy importante, deben contribuir a la capacitación acerca de la informática, a través fundamentalmente de los cursos que ofrecemos aquí”.
De esta forma día a día se dan pasos en la senda que conduce hacia una sociedad con un mayor conocimiento de las nuevas tecnologías, capaz no solo de usarlas, sino también de determinar donde concluyen los beneficios para convertirse en perjudicial. Mientras se llega al final del trayecto desde aquí se dan los primeros pasos, porque en los Joven Club se encuentra la computadora de la familia cubana. /Por Yanelis Martínez González.
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