La higiene, una tarea que requiere mayor responsabilidad

El sector de la salud en el municipio de Calixto García mantiene las medidas de sostenibilidad contenidas en el plan para el combate al mosquito Aedes aegypti, transmisor de enfermedades como el dengue, el zika y el chicungunya.
Pero de nada valen los esfuerzos que se realizan para evitar la transmisión local de estas y otras dolencias, si desde las viviendas y centros de trabajo no se cumplen las tareas orientadas, a fin eliminar todo lo que propicie su reproducción.

En este sentido, no se puede bajar la guardia ante el Aedes, que cuando menos lo imaginamos, aprovecha cualquier momento de irresponsabilidad para poner sus huevos en recipientes con agua, y en otros depósitos que deben estar tapados herméticamente. Asimismo, no se puede descuidar la higiene ambiental, pues estos entornos de suciedad propician los criaderos de mosquitos, insectos y roedores.

Las tareas que se desarrollan demuestran que todavía hay que ganar en conciencia acerca del peligro que representan las enfermedades transmitidas por el mosquito, Entonces, corresponde interiorizar todos esos procedimientos y aplicarlos frecuentemente para que lo que se ha hecho no se manche con actitudes irresponsables de la población.

Digo esto porque se identifican dificultades relacionadas con la existencia de patios enyerbados, tanques elevados sin tapas, pozos sin peces, cisternas desprotegidas, que forman el entorno ideal para que el mosquito hembra se reproduzca.

Considero que si todos apoyamos las labores de higienización, y que se realice con eficiencia la labor de los trabajadores de la campaña, evitaremos males mayores en lo referido a la transmisión de enfermedades, y desde luego, el ahorro de los importantes recursos que se utilizan en las labores de higienización.

La población siempre tiene que estar alerta, y velar por la salud propia, y la del vecino, exigiendo el cumplimiento de lo que le toca a cada quien, garantizando la higiene personal y ambiental, revisando los depósitos de agua, cepillarlos, flamearlos, y tener controlados los tanques con biolarvicidas.

La higiene constituye una tarea permanente, por lo que todos los días debemos reflexionar acerca del riesgo que representan las enfermedades y adoptar una actitud responsable dentro de la familia y en los centros de trabajo. /Por Jorge Luis Moreira Massagué