Desde la infancia sintió
apego por el cuidado de los animales, creció en un entorno campestre y hoy
asegura estar logrando uno de sus grandes anhelos: hacerse médico veterinario.
Yoenia Pozo Fajardo, estudiante
de Veterinaria, comparte sus vivencias en el estudio y formación de esta
especialidad en el Instituto Preuniversitario Agropecuario René Orestes Reyné,
del holguinero municipio de Calixto García.
¿Cómo es la preparación que recibes?
Yo digo que es la mejor, contamos
con un claustro bien preparado con los recursos necesarios, tenemos un módulo
pecuario con variedad de especies de animales y estamos en contacto directo con
ellos, aprendemos de su cuidado, cómo alimentarnos, qué hacer ante la aparición
de síntomas y opino que la práctica es decisiva para amar esta carrera porque
hay que estar bien preparados.
La presencia de féminas en la veterinaria es difícil por
las peculiaridades de la profesión. ¿En el caso de tu familia cómo acogió tu
decisión?
Fue fácil porque me dieron su
apoyo y me impulsan a seguir, además saben de mis preferencias por los animales
y creo que la mujer cubana está presente en cualquier esfera y la agraria no es
la excepción, por eso pienso que hay que motivar mucho más a las nuevas generaciones
para que se incorporen al estudio de esta y otras especialidades agrarias porque
son muy importantes para el desarrollo de nuestra agricultura.
Además de ejemplar estudiante, tienes un interesante
proyecto de formación vocacional. ¿Cuéntame de él?
Es un proyecto que se basa en
el trabajo con estudiantes de las escuelas primarias próximas a nuestro centro educacional
con conversatorios, aclarando sus dudas, compartiendo nuestras experiencias y
tratando siempre de motivarlos a que cursen estos estudios, incluso para este
año pensamos extenderlo y llegar hasta los niños del círculo infantil. / Por Ariadna Hernández.
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